En el número 18 de PEIRÓN bajo el título de MIRAMBEL, septiembre de 1928*, Francisco Monpesar nos relata un episodio ocurrido en Mirambel sobre la muerte de dos jóvenes por amor:
“En el pueblo de Mirambel, el joven Julián
García Palomo mató de un tiro a su novia Pilar Monfort. Luego se suicidó”.
Son pues Los amantes de Mirambel.
A 4 km en la
carretera que une Mirambel con Cantavieja y después de unas sinuosas dobles curvas
en subida, en la recta desde donde se divisa perfectamente San Martín, tocando
a la cuneta y asentada sobre sedimentos convertidos en piedra, encontramos una
pequeña capilla de 3x3 metros, tejada a dos aguas. para acceder a ella, hay que
subir 5 peldaños de piedra, algunos construidos en el mismo sedimento pétreo,
que nos conducen a la puerta de acceso a esta.
En mi época de
zagal y durante el periodo vacacional le denominábamos la recta de San Martín.
Era un punto de referencia en las salidas con bicicletas. Aquellas Orbea o BH
con el cuadro de hierro, como toda ella, sin cambio de marchas, enfilábamos
dirección a Cantavieja y después de padecer la subida hasta este objetivo, que
para nosotros era nuestro particular Tourmalet,
emprendíamos una bajada vertiginosa y peligrosa al mismo tiempo, de vuelta al pueblo.
Encima del dintel
de la puerta, enmarcada en una ventana ciega, hay una placa que dice:
A LA MEMORIA DE PILAR PALOMO MONFORT
HIJA DE RAFAEL Y DE ROSA, QUE FUE ASESINADA
CON ARMA DE FUEGO EN LAS TIERRAS DE
MAS DE RAFAEL, EL 8 DE SEPBRE DE 1928
A LOS 20 AÑOS DE EDAD
RECUERDO DE SUS PADRES Y HEMANOS
La ermita fue
construida por sus familiares para el recuerdo perpetuo del lamentable suceso.
Pilar Monfort fue
enterrada en el cementerio católico del municipio y Julián Gracia en el civil.
Un pequeño habitáculo sin techar anexo a la capilla del Santísimo. El lugar dónde
reposaban los restos de las mujeres y a los hombres que no habían muerto
cristianamente.
*Publicat en
aquest mateix bloc el 28 s’abril de 2014
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