Día 10. — En la cota 1.121 y 1.215. — En la misma forma
que el día anterior, recibiendo al mediodía la orden de avanzar, para lo cual
se concentró la fuerza en la cota 1.236, estableciendo servicios de noche, para
enlazar con las fuerzas del Sr. Teniente Coronel San Martín, que marchan por el
flanco derecho; el avance desde las posiciones que se ocupaban a la loma de las
Cabrillas, se hizo sin novedad, pero, a poco de llegar, la aviación enemiga
bombardeó con un total de 60 aparatos la loma ocupada por la Agrupación,
teniendo que lamentar la baja del falangista Pedro Sánchez Algora, muerto.
Día 11. — En la cota 1.236. — Continúa la
Bandera en el mismo lugar y situación, vivaqueando; el día, sin novedad
Día 12. — En
la cota 1.236. — A las siete de la mañana, la fuerza de la Bandera, que se
halla vivaqueando en la cota 1.236, recibe la orden de avanzar por la carretera
en dirección de Iglesuela del Cid, para situarse como punto de partida para las
nuevas operaciones en la loma 1.232 (cueva de la Bonifacia), lugar donde están
establecidas las avanzadillas de la División, y base de nuestro avance a la
cota 1.321, vértice Tonca (1.379) y loma de la Barreta, macizo montañoso
situado dos kilómetros al Sur de la carretera de la Iglesuela del Cid a
Villafranca del Cid, entre los kilómetros tres y seis. Concentrada la
Agrupación en la cueva de la Bonifacia, empezó el avance la 2ª Bandera de
Castilla, con dirección a la cota 1.321; el enemigo batía con armas automáticas
de revés y por el flanco izquierdo, a la fuerza en avance, pues ocupaba las cotas
1.241, 1.218 y 1.203, siendo muy numeroso; el Comandante de la Bandera que iba en
apoyo de la fuerza en avance, hizo presente al Jefe de la Agrupación la
conveniencia de ocupar con antelación las alturas mencionadas en el flanco
izquierdo. Dio la orden el Jefe de la Agrupación al Jefe de esta Bandera de
ocuparlas simultáneamente con el avance de la otra. La operación entrañaba gran
dificultad, pues el enemigo se hallaba parapetado tras una cerca en la cresta
topográfica, desde donde rasaba completamente todos los accesos por nuestro
flanco izquierdo; la posibilidad de envolverlo por la izquierda entrañaba gran
dificultad, pues el acceso tenía que hacerse por un escarpado completamente
vertical, y precisamente de a uno, hasta poder concentrarse en un repliegue
situado a distancia de asalto, pero que el enemigo podía batir con bombas de mano,
si se daba cuenta de la maniobra. Conceptuando el Jefe de la Bandera que esta era
la solución más favorable, emplazó la base de fuego (ametralladoras y morteros)
en forma de batir intensamente el flanco derecho enemigo, que era el de cota
más elevada y a cuyas inmediaciones había de hacerse la concentración de las
fuerzas asaltantes.
La 2.ª Centuria fue la encargada de efectuar la concentración y el asalto mencionado
conforme se habían concebido; fue realizada la maniobra sin que el enemigo se
diera cuenta, pues el constante fuego de las armas automáticas le impidió ver
la maniobra, y al hacerse el asalto, el enemigo, completamente sorprendido y desconcertado,
huyó a la desbandada, abandonando todas sus armas y material; el desconcierto
enemigo fue aprovechado para avanzar otra Centuria (la 4.ª), que, a la carrera,
y desplegada por la zona antes rasada por el fuego enemigo, ocupó las cotas 1.218
y 1.203, completando el desconcierto enemigo, al que se le hicieron más de un centenar
de muertos, cogiéndosele 61 prisioneros, además de nueve ametralladoras, cinco
fusiles ametralladores y muchos fusiles individuales.
Las bajas sufridas en esta operación, son las siguientes: 2.ª Centuria:
heridos, falangistas Emilio Viena Rodríguez, Antonio Rato Rodríguez, Leandro
Palacios Prieto, Alfonso Sierra Muñarra y Pedro Cuesta Bustamante. 4.ª
Centuria: heridos, falangistas José Pascual Monente, Daniel Fernández
Alava y Amancio Fernández Casal. Resultaron tres bajas de ganado, pernoctando
la fuerza sin otra novedad en los vivaques que se establecieron en la loma de
la Barreta, del vértice Tonga. En esta operación se distinguieron por su
actuación las fuerzas de la 2.ª Centuria, hábilmente dirigidas por su
Comandante accidental, el Alférez D. Raúl García Quirós, fiel intérprete de las
órdenes que recibió del Comandante de la Bandera; por su comportamiento
distinguido, fue, como tal, propuesto al Jefe de la Agrupación.
La acción de 60 aparatos republicanos, que bombardearon a
las tropas franquistas concentradas en las laderas del puerto de las Cabrillas,
produjeron solamente un muerto, Pedro
Sánchez Algora. El ataque por parte de los soldados de la 5ª Bandera de
Navarra, a las posiciones republicanas, situadas en las cotas 1.241,
1.218 y 1.203, parapetadas detrás de
construcciones de piedra seca, al otro lado del barranco de las Truchas, en un
terreno orográficamente adverso, les produjo 8 heridos.
Por el lado de los defensores
de la legalidad constitucional, según el Diario de Operaciones, sufrieron más
de un centenar de muertos y 61 prisioneros.
El Maestrazgo, donde el
silencio esconde la verdad de lo sucedido.
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