dimarts, 8 de maig del 2018

VIDA Y COSTUMBRES DE LA MASÍA MAS DE GORRETA DE MIRAMBEL




Se me ha pedido que escriba el prólogo de esta publicación, un prólogo dónde explique cómo llegó a mis manos este manuscrito inédito de José Altaba Escorihuela. Fue de pura casualidad, pero una casualidad que me ha hecho adentrarme en una prolongada investigación, no solo de hechos, sino de sentimientos, emociones y sensaciones de aquellos terribles años.

La historia en conjunto nos presenta de manera genérica lo acontecido durante una época. El historiador, periodista o escritor profesional ordena, analiza y saca conclusiones, a partir de información recibida por diferentes medios, plasmándola posteriormente de forma escrita, dándole difusión una vez transcurrido el hecho. En muchas ocasiones, los protagonistas, el pueblo llano, aquellos que lo vivieron en primera persona, quedan relegados a números o tantos por cientos. La historia me gusta y lo que más me apasiona es la microhistoria, donde queda reflejada la vida cotidiana de los protagonistas sin voz, del “populacho”, la historia local, del día a día, de sus gentes, de sus hechos, de sus vivencias, en definitiva de su historia.

A lo largo de los años he ido adquiriendo bibliografía de la comarca, historias locales que tanto me apasionan. Entre ellos libros como Cantavieja y su Baylía de José Altaba Escorihuela y Mirambel, una joya entre murallas. En este último, el Sr. Altaba explicaba: “Tengo el grandísimo honor de colaborar para preparar la segunda edición del libro “Apuntes para la historia de mi pueblo Mirambel”, escrito por D, Benigno Palos Fabregat, en 1927. Y sigue, “Mi labor se reduce a poner alguna pequeña not actualizadora del texto de D. Benigno, conservando íntegramente el contenido; y también completar la historia de nuestro pueblo en estos últimos 60 años” (el texto es de 1988).

En esta segunda edición hay un capítulo dedicado a la Guerra Civil (1936-1939) en Mirambel, población del Maestrazgo a la que me unen lazos familiares y sentimentales. La guerra, los rojos, los nacionales, el luto, los comentarios en voz baja, el silencio… Quise investigar  más sobre este período vivido en el pueblo, quería profundizar en estos temas, pero los dejé en el congelador, ya que tenía que dedicarme a la familia.

Cuando mis hijos ya no necesitaban tantas atenciones por parte nuestra, decidí sacarlo de la nevera y que fuera descongelándose, iniciando la investigación a partir de lo narrado por José Altaba. Personajes, episodios, fechas, lugares… Profundizar, ampliar, hacer aflorar las microhistorias que Altaba relataba. Quería ir trenzando los hilos para conseguir una cuerda completa con la que unir los tres años de la guerra, desde el 1 de enero de 1936 hasta el 31 de diciembre de 1939. Era y es todavía un trabajo ingente de búsqueda en archivos, bibliotecas e Internet.

Pero me faltaba una cosa muy importante, los protagonistas, aquellas personas que vivieron los acontecimientos. Tenía que entrevistar a personas de Mirambel que hubieran vivido la guerra y que quisieran hablar de ella. Llegué tarde y solo me quedaban los pequeños, niños y adolescentes, que tuvieron que vivir la experiencia de una guerra civil en su pueblo, en sus calles y masías, entre sus familiares, entre los amigos y conocidos, experiencias que, aunque fueran pequeños, eran la historia viva de finales de los años 30. Entre ellos pude hablar con José Marín del Mas de Garras, con el que estuve charlando una tarde de otoño de 2008 en su casa de Terrassa. Su yerno, Rogelio Altaba Royo, “el último de los Gorretas”, es quien me facilitó los escritos en esta edición presenta el CEMAT. Es la microhistoria de cómo se vivía en las masadas del Maestrazgo.

Rogelio, este prólogo va por ti.
Lluís Galocha
Terrassa, novembre de 2017

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