dilluns, 28 de juliol del 2014

DOMINGO 27 DE JULIO DE 2014



 

El pasado viernes, pero 76 años atrás, se iniciaba la Batalla del Ebro y en este blogger no quiero recordar esa fecha y lo que supuso para el país. Si no aquellos que lucharon por un mundo mejor.

Esta mañana (con la familia) hemos visitado la tumba del brigadista John Cookson, herido durante la batalla, trasladado a un hospital de campaña en la retaguardia, donde falleció. Fue enterrado en un bancal, cerca del hospital, a pocos metros de un riachuelo, en el término municipal de Marçà en la Serra de Llaberia, Priorat.

Junto a esta tumba se encuentran dos más; F. Iaffa y Clarence Kailin, fallecidos a la edad 74 y 95 años respectivamente. Fernando Iaffa, brigadista argentino que hizo de cabo sanitario, pidió que una vez muerto sus restos fueran llevados junto a la tumba de John. Clarence Kailin, como Fernando, dejo escrito que también fueran llevados junto a su amigo y compañero John, siendo trasladados en 2010. Kailin es autor del libro "Recordando a John Cookson. Un antifascista de Wisconsin en la Guerra Civil Española, 1937-38". Una compilación de las cartas escritas por John a su familia durante la Guerra Civil.

Al igual que en su juventud compartieron sueños de libertad, ellos seguirán compartiendo el mismo sueño de eternidad. Los tres pertenecieron a la Brigada XV Abraham Lincoln.

No sé si estos brigadistas tuvieron la grata experiencia de conocer estas fantásticas tierras del Maestrazgo, sus gentes, su paisaje… Desconozco si Fernando Iaffa y Clarence Kailin estuvieron presentes en acto de despedida de los Internacionales realizada en l’Espluga de Francolí, el 25 de octubre de 1938 y presidida por Juan Negrín y si llegaron a conocer o compartir la misma trinchera con el Mirambelino (cuyo nombre quiero preservar) que sí estuvo en este acto y que aparece en primer término de una instantánea hecha por el corresponsal británico del The Daily Telegraph, Henry Buckley y publicada en el catálogo de la exposición realizada en Sitges en 2009, en recuerdo y homenaje al periodista.
Henry Buckley, también trabajó para la agencia Reuters, fue enviado por todo el mundo para cubrir con sus crónicas la II Guerra Mundial y una vez finalizada volvió como corresponsal a la península. Estuvo muy ligado a esta población del Garraf (Barcelona) de donde era su mujer e hijos y sus restos reposan en el cementerio de Sitges desde 1972.

Albert Camus (filósofo francés, 1913-1960) definió perfectamente el sentimiento de aquellos jóvenes extranjeros que se implicaron en la Guerra Civil y que, como John Cookson, Fernando Iaffa, Clarence Kailin o el propio Henry Buckley, la vivieron tan de cerca: “Fue en España donde mi generación aprendió que se puede tener razón y ser derrotado, que la fuerza puede destruir  la ánima, y que a veces el coraje no obtiene ninguna recompensa. Esto es el que explica por qué tanta gente, de todo el mundo, vive el drama de España como una tragedia personal”.

Por todos aquellos idealista, jóvenes y no tan jóvenes que vinieron (sin distinción de color) a construir un mundo mejor. 
Francisco Monpesar


Fotografía del grupo de brigadistas: Catàleg de l’exposició celebrada a l’edifici Miramar de Sitges del 7 de noviembre a 8 de desembre de 2009, dedicada a Henry Buckley
 



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